Sociedad
Una de las tendencias más recientes es la de los tatuajes «Blackout», que consisten en cubrir grandes extensiones de piel con tinta negra sólida. Y especialmente en las extremidades. Aunque visualmente impactantes, estos tatuajes plantean interrogantes sobre su impacto en la salud, tanto a corto como a largo plazo. Para explorar este tema, conversamos con el Dr. Jaime González del Tánago, dermatólogo en IMQ, quien nos ha explicado las implicaciones de esta moda.
¿Qué son los tatuajes blackout?
Según el Dr. González, un tatuaje es, esencialmente, la inyección de pigmentos en la dermis, la capa intermedia de la piel. Y allí permanecen de manera permanente. La tinta negra utilizada en los blackout contiene hidrocarburos aromáticos policíclicos, compuestos derivados de combustibles fósiles. Esto significa que al optar por un tatuaje blackout, se introduce en el organismo una sustancia química ajena, con potenciales riesgos para la salud. Así, uno de los principales desafíos asociados con los tatuajes blackout es la cantidad de tinta utilizada. Al cubrir áreas extensas, se incrementa la cantidad de pigmento en la dermis, lo que podría provocar complicaciones. Estudios han demostrado que los pigmentos de los tatuajes pueden ser transportados desde la piel hacia los ganglios linfáticos, donde pueden interferir con pruebas diagnósticas como TAC o estudios del ganglio centinela, esenciales en la detección de melanomas. Además, la tinta no ofrece protección contra los rayos solares, como podría pensarse debido al color negro. «La piel tatuada sigue siendo susceptible a la radiación ultravioleta, por lo que es fundamental protegerla con bloqueador solar», subraya el Dr. González.
Complicaciones en procedimientos médicos
Otra complicación práctica es la dificultad para acceder a las venas en personas con blackout en los brazos, algo que puede afectar a procedimientos médicos como análisis de sangre o la colocación de vías intravenosas. A pesar de que los profesionales sanitarios pueden sortear estas dificultades, se añade un nivel de complejidad innecesario.
Tatuajes como arte y decisiones personales
El origen de los tatuajes blackout parece vinculado al deseo de cubrir tatuajes previos que ya no son del agrado del portador. Sin embargo, el Dr. González enfatiza la importancia de reflexionar antes de tomar la decisión de hacerse un tatuaje permanente, especialmente de este tipo, dado el impacto que podría tener tanto en la salud como en aspectos prácticos de la vida diaria. Y es que los tatuajes blackout representan una tendencia estética que combina arte y expresión personal, pero no están exentos de riesgos médicos y prácticos. Es esencial que quienes opten por este estilo lo hagan en centros certificados, con tintas homologadas, y habiendo considerado profundamente las posibles implicaciones a largo plazo. En cuanto a si estamos a una moda pasajera o a una tendencia establecida, solo el tiempo lo dirá. Pero lo que es seguro es que este estilo ha abierto un debate importante sobre los límites entre arte corporal y salud.
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