El Surne Bilbao Basket vive el peor momento de la temporada. Los de Jaume Ponsarnau han pasado de luchar por acceder a la Copa del Rey y encarar la Basketball Champions League con el objetivo de ser uno de los dos equipos del grupo en acceder a cuartos de final a entrar en un estado de frustración en apenas dos semanas.
Niko Radicevic “no está jugando aún con el tono competitivo necesario” tras recuperarse del edema óseo que le dejó fuera varias semanas. El base serbio «ha entrenado mucho menos que el resto de compañeros y esto nos ha llevado a que forcemos un poco más a Ludde y ahora el chasis de Hakanson va con dificultades”, reconoce Jaume Ponsarnau. La salud de Ludde Hakanson es fundamental para los esquemas bilbaínos, el jugador sueco arrastra desde el verano problemas de cadera y la acumulación de partidos le están pasando factura. Sin el jugador franquicia el equipo pierde consistencia.
«A pesar de los problemas físicos que estamos padeciendo, aprendimos de lo remeros y aprendimos de la historia minera que hay bajo Miribilla. Hay mucho en este territorio de lo que aprender para no dudar en darlo todo. Nuestra receta para mejorar está en el baloncesto y en el esfuerzo», reconoce el preparador catalán.
Volver a levantarse
Aunque solo con intenciones no se revierte la situación, sin la actitud necesaria ganar se convierte en una quimera. «Nos reprochamos muchos la actitud mostrada en el último partido. No por perder, sino por el como. Tenemos que tener el compromiso de jugar con nuestra máxima actitud. Nosotros no somos los mejores, pero hemos querido dar un paso adelante y no hemos podido. Queremos jugar con más rigor. Que si falta inspiración, no falte compromiso», recuerda.
Ponsarnau, en su cita semanal ante los medios comunicación, sorprendió al asegurar que “La cruda realidad es que no somos tan buenos como para asumir estos retos, pero tenemos la ambición de poder hacerlo. Tenemos que recuperar nuestro nivel competitivo y la receta es actitud y baloncesto. Debemos ser resilientes y hacer el esfuerzo de adaptarnos a lo que nos planteen”. Aunque quiso dejar claro que “Ya nos hemos levantando unas cuentas veces y nos volveremos a levantar, que nadie tenga ninguna duda”.
Los hombres de negro se medirán a partir de las 20.45 horas (en directo por Radio Popular – Herri Irratia) a un Monbus Obradoiro en estado de gracia. Los de Moncho Fernández han ganado 7 de sus últimos 10 partidos, ganaron en Miribilla y cuentan con una victoria más que los hombres de negro.
«Obra» al alza
A pesar de su buen momento, el técnico gallego son se fía de los MIB: “Surne Bilbao Basket estuvo hasta el último momento en la lucha por entrar en la Copa y han pasado de fase en la BCL. Puede que no estén teniendo el acierto del principio. Pero mi reflexión me lleva a que cuando un equipo de presupuesto modesto tiene que jugar dos competiciones, lógicamente le puede pasar factura por cansancio, viajes, un mal momento puntual de un jugador te puede afectar… Hay muchos factores. Si vemos la foto global, creo que están haciendo una gran temporada. Todos mis respetos para el equipo de Jaume Ponsarnau”.
Moncho Fernández cuenta con la duda de su máximo anotador, Kassius Robertson, debido a un virus estomacal. David Walker continúa con el proceso de fascitis plantar que le inhabilita para entrenar y jugar con normalidad. Marcus Paige y Dragan Bender serán baja.