El Surne Bilbao Basket rumia con cierta rabia y propósito de enmienda una mezcla de sentimientos que van desde la responsabilidad individual, colectiva a un miedo escénico que durante la temporada ha ido apareciendo en cada “gran ocasión” y cuya máxima expresión se presentó con la dura derrota en Polonia. «En Varsovia pensamos que teníamos que ganar, pero no en las cosas que teníamos que hacer bien para tener opciones de lograrlo»,indica Jaume Ponsarnau
En la cancha del Legia polaco se evidenció “la falta de madurez” de un plantel que en Europa vive desequilibrado, sobre todo con la lesión de Xavi Rabaseda, y que se dejó 19 puntos en el partido de ida de los cuartos de final de la FIBA Europe Cup. Se echaron de menos los puntos de Kullamae, pero con los cupos en competición continental se decidió que el exterior estonio fuera el que se quedaba fuera.
Toca levantarse
Jaume Ponsarnau tiene claro que “se puede dar vuelta a la eliminatoria en Miribilla”. El técnico de los bilbaínos no pone excusas y evidencia, en su comparecencia de más de 20 minutos ante los medios de comunicación antes de viajar a Granada, de manera muy gráfica ese sentimiento: «Lo primero para ser ejemplo es identificar que yo también la cagué. Llull también la ha cagado. Pau Gasol también. Todos la cagamos. Lo importante es que después de esta cagada sepamos levantarnos. Y el primero que tiene mostrar esto es el entrenador», sentencia.
«Salir a rueda de prensa y rajar de mis jugadores sería para mí, para mis valores, lo más irresponsable que se me podría ocurrir. Lo más responsable es usar la primera persona del plural. Lo hicimos mal y vamos a trabajar juntos para levantarnos», señala Ponsarnau
El preparador del cuadro de Miribilla reitera que “nos gusta mucho la plantilla” y que cuenta “con máximos altos”, pero “nuestros jugadores aún tienen que pasar por un proceso de madurez. Lo pasarán, pero no les hemos fichado con ese proceso consolidado. Me encanta entrenarles y afrontar juntos el reto de levantarnos»
Centrados en Granada
Rabaseda seguirá siendo baja en una convocatoria en la que volverán a entrar Gio Tsalmpouris y Kris Kullamae para medirse a un Covirán Granada necesitado. «No hay equipo grande que no haya tenido que levantarse en su camino. Tenemos la oportunidad de evidenciar que sabemos levantarnos. Tenemos un reto por delante. Y ahora el reto es Granada», sentencia Ponsarnau.
Además de para recuperar sensaciones, el partido en la cancha nazarí tiene otro objetivo más palpable: «Ganar en Granada tendría un gran premio. Es un partido para ganar mucho. Pero el estímulo más importante es el de levantarnos».
El equipo andaluz acumula cinco derrotas de manera consecutiva y con seis victorias empata en posiciones descenso junto a Obradoiro y Breogán, con dos triunfos más que el Zunder Palencia que ocupa el último puesto de la ACB.
Una victoria dejaría la distancia entre ambos equipos en 4 victorias y el basket average a favor de los bilbaínos que ya ganaron en Miribilla 94-93. «Granada ha dado un paso adelante en defensa y su ataque es mejor que el nuestro. Tienen feelings muy difíciles de defender. Además, son el segundo mejor equipo en porcentaje de rebote ofensivo. Necesitamos tener máxima exigencia en todo», resume Ponsarnau.
El partido arrancará este domingo a las 17:00 horas y os mantendremos informados en Radio Popular-Herri Irratia dentro de “La emoción del bacalao”.