Tal y como ha anunciado el ayuntamiento de Bilbao, en total, se está actuando sobre unos 16 kilómetros de pista, es decir, más de 64.000 metros cuadrados de superficie; lo que supone más de la mitad de las vías de estas características de la ciudad. Así, por ejemplo, se intervendrá en tramos de Artxanda, Monte Avril, Pagasarri y Arnotegi.
Una actuación que se enmarca dentro del compromiso del Consistorio para con la protección, conservación y potenciación de los valores naturales y paisajísticos de los montes de la ciudad.
En este sentido, las pistas forestales cumplen diversas funciones, entre ellas constituyen una red de caminos por las que las personas usuarias acceden a los monten y transitan por los mismos, ya sea a pie o en bicicleta. Es por ello que son consideradas un elemento particularmente esencial en cuanto a conservación y mantenimiento.
De hecho, la intervención que ya se está ejecutando –y que cuenta con un presupuesto de 250.000 euros– persigue tres objetivos:
- Mejorar el estado de la superficie de rodadura. Se eliminarán baches, cárcavas… en definitiva, la erosión provocada por la velocidad de circulación del agua de escorrentía en episodios de precipitaciones intensas, sobre todo, en aquellos tramos de pendiente más pronunciada.
- Mejorar la circulación del agua de escorrentía, de cara a facilitar la evacuación del agua hacia el exterior de los caminos.
- Reducir la necesidad de mantenimiento, gracias a los materiales empleados.
Se utilizará un material totalmente natural, a base de enzimas vegetales, que permitirán la cohesión y compactación del suelo –y reducirá la necesidad de reparaciones y su frecuencia–. Se trata de un producto que no altera la composición ni el aspecto de la tierra.