

Llega el partido más importante del año. La final de San Mamés que tanto ansiaba la afición se ha adelantado algo más de dos meses. Es verdad que este partido no te va a dar el título, pero si te lo puede quitar si no eres capaz de remontar el 2 a 1 adverso del Olímpico. Nadie dijo que ganar un título europeo fuera tarea sencilla.
La Roma llega con ventaja al partido de vuelta y se guardan ese comodín en la manga gracias al postrero gol de Shomurodov. Les vale el empate y como buen equipo italiano sabrá explotarlo si fuera necesario. Eso no quiere decir que vengan a La Catedral a encerrarse porque si marcan, obligan al Athletic a hacer dos para forzar la prórroga. Se presenta un partido apasionante.
Argumentos para creer
A nadie se les escapa que el Athletic tiene difícil remontar ante la Roma, pero maneja argumentos suficientes para creer en la remontada. Nico Williams firmó uno de sus mejores momentos de la temporada y llega enchufado al partido clave del curso. La boya a la que agarrase el equipo. Su hermano siempre responde y acaba apareciendo en las grandes citas. Es uno de los líderes del equipo. Entre los dos Williams deben bombardear a la defensa romana para que Sannadi o Guruzeta resquebrajen la defensa del conjunto capitalino.
Unai Gómez jugó los mejores minutos de la temporada en el Olímpico y podría ser importante si Sancet no llega al duelo. El de Mendillorri tiene difícil participar en el choque, aunque mantendremos la duda hasta el final. Si no hay unas mínimas garantías no podrá jugar, pero es un partido en el que merece la pena arriesgar por todo lo que hay en juego. A la espera siempre está Berenguer que rinde en cualquier posición de ataque y estará con ganas de medirse a un ex rival del Calcio.
La grada, ¿clave?
La ilusión de Óscar de Marcos luchando por el título europeo antes de colgar las botas se tiene que transmitir a sus compañeros y a la grada, que puede jugar un papel decisivo, para bien o para mal. Si se repite el esperpento vivido ante el RCD Mallorca las opciones de remontada perderán muchos enteros. Hay mucha gente de fuera que te llama para preguntarte por lo que ocurre en la animación de San Mamés. No entienden que, con el equipo cuarto en La Liga y con opciones de pasar a cuartos de final de la UEFA Europa League, se vivan esos momentos de tensión. Una especie de guerra civil entre aficionados que «estresa» a los jugadores según Valverde.
Si el jueves no asumimos todos nuestro papel dentro del estadio, la remontada será casi imposible. Eliminar a la Roma ya es complicado aun caminando de la mano equipo y afición, como para conseguirlo sin el apoyo desde fuera. Quiero creer que lo de este domingo no se repetirá y que todos se volcarán en el bien común, y me refiero a la Herri Harmaila y al resto de tribunas. San Mamés debe rugir desde el minuto uno desde todos los sectores para coleccionar otra remontada mágica en San Mamés, esta vez en horario de tarde, que bien podría alargarse en pos de esa operación remontada.