Mal arranque y primer toque de atención
El duelo empezó torcido. Kosner Baskonia entró con más energía, firmó un 12-4 de salida y obligó a Jaume Ponsarnau a cambiar de golpe el quinteto. El ritmo fue altísimo desde el inicio. Hamidou Diallo castigó el aro bilbaíno con ocho puntos seguidos y dos triples que amenazaban con romper el partido muy pronto.
El Surne Bilbao respondió desde fuera, encadenó tres triples y logró mantenerse en el choque, sin perder del todo su orden ofensivo en medio del intercambio. Sin embargo, otros dos aciertos desde el perímetro de Luwawu-Cabarrot cerraron un primer cuarto frenético y muy abierto, con un 33-23 que ya marcaba tendencia.
Reacción efímera y desplome antes del descanso
Cuando peor pintaban las cosas, apareció la mejor versión del exbaskonista Darrun Hilliard, que sumó ocho puntos consecutivos y metió de nuevo a los MIB en el encuentro. La anotación de Margiris Normantas se unió a esa inercia positiva. El Surne Bilbao se acercó hasta el 43-40 y dio la sensación de poder disputar el partido de tú a tú.
Dos técnicas seguidas al conjunto local encendieron todavía más el ambiente. La tensión subió tanto en la pista como en la grada, con la sensación de que el choque podía girar. Pero el acierto exterior baskonista no se frenó. Los locales siguieron sumando desde más allá de la línea de tres y volvieron a estirar la renta hasta el 57-41.
A partir de ahí llegó el derrumbe definitivo antes del descanso. El parcial de 15-1, con triples de Luwawu-Cabarrot y Diakite, llevó el marcador a un demoledor 71-46 camino de vestuarios.
Amago de respuesta tras el descanso
Tras el intermedio, el conjunto de Ponsarnau intentó al menos lavar su imagen. El Surne Bilbao abrió la segunda parte con un 0-5 que fue una pequeña declaración de intenciones.
La defensa bilbaína elevó un punto su agresividad. El Kosner Baskonia bajó prestaciones en ataque, no pasó de 14 puntos en el tercer cuarto y se relajó al proteger su aro. Los MIB frenaron la sangría y encontraron algo más de continuidad ofensiva, pero la diferencia seguía siendo muy amplia y el partido no llegó a entrar realmente en peligro para los gasteiztarras.
Orgullo final sin premio
El último cuarto arrancó con un cómodo 85-68 para los baskonistas, que gestionaron la ventaja sin levantar del todo el pie del acelerador pese al cansancio acumulado.
El Surne Bilbao tiró de orgullo para no dejarse ir, buscó correr cuando pudo y siguió encontrando puntos para mantener la dignidad hasta el bocinazo final en el Buesa.
Kosner Baskonia mantuvo la energía suficiente para volver a estirar la renta en los minutos finales y certificar un claro 110-91 que dejó muy tocada la versión visitante del conjunto bilbaíno. Parón para los bilbaínos motivado por las Ventanas FIBA.