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Esta mañana, la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo de Bilbao ha dado a conocer los ganadores del VII Concurso de Pintxos de Bacalao del Casco Viejo. Un evento que se ha celebrado durante las dos últimas semanas y en el que 17 bares han competido para conseguir uno de los tres premios principales; dos elegidos por un jurado y un tercero por votación popular.
Zazpikaleak ha entregado este mediodía los premios a los ganadores en un acto que se ha celebrado en el local del establecimiento del ganador: Bar Egurre. El evento ha sido una experiencia gastronómica con una amplia representación de hosteleros y cocineros que ha culminado con la entrega de premios a los tres ganadores: El previamente mencionado Bar Egurre; Bar El Ciervo, que se ha llevado la segunda plaza; e Isipil Bar, ganador de la votación popular.
Las propuestas presentadas, tal y como han explicado los miembros del jurado especializado que han degustado y evaluado los 17 pintxos, combinan la tradición de los clásicos bocados de bacalao con la creatividad propia de las cocinas del Casco Viejo Bilbao.
Los mejores pintxos de bacalao del Casco Viejo de Bilbao
El certamen gastronómico ha destacado por la combinación entre la innovación y la tradición, aunque también hay que resaltar la calidad del producto utilizado. El campeón, el Egure, presentó un pintxo de bacalao en tempura con espuma cítrica y mahonesa de humo: «Es una tajada de bacalao, bien elaborado, para comer en uno o dos bocados y con un excelente equilibrio en el sabor y el punto de sal del bacalao», ha destacado el jurado.
El segundo premio, El Ciervo, ha recurrido al bacalao a la vizcaína, pero elaborado de una manera muy creativa: una brandada en texturas, con una esfera de salsa vizcaína para explotar en el momento, y crujiente de remolacha que le da «un toque innovador y que la gente no esperaba», explicaba Antonio García, cocinero de El Ciervo. Por otro lado, el premio del público se lo ha llevado el pintxo elaborado a base de lascas de bacalao sobre una tosta con pomada de ajo y pimentón de la Vera, cortesía del bar Isipil.
