Miribilla debe suplir las bajas del Bilbao Basket

"Con los deberes hechos", pero con una plantilla tocada en lo físico, los MIB reciben la descendido Zunder Palencia
Miribilla debe suplir las bajas del Bilbao Basket
Los MIB perdieron en su visita a Palencia / acb Photo / V. Quintana
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El Surne Bilbao Basket quiere apoyarse en Miribilla para paliar su mal momento físico y lograr una victoria que apuntale el undécimo puesto liguero. El equipo de Jaume Ponsarnau mantiene las bajas de Adam Smith y Keith Hornsby para recibir al descendido Zunder Palencia. Además, la presencia de Denzel Andersson, Alex Renfroe y Xabi Rabaseda no está confirmada en el choque que mañana arrancará a partir de las 18:00 horas en el Bilbao Arena.

«No hemos podido entrenar en un tono adecuado para competir mejor», asume un Jaume Ponsarnau que considera suya «la responsabilidad de no sacar un trabajo adecuado para contar con los máximos jugadores posibles». «Aún no estando bien, hay un factor positivo: jugamos en Miribilla y no vamos a jugar solos», reconoce.

El técnico de los hombres de negro se mostró muy autocrítico en su comparecencia ante los medios de comunicación a pesar de las circunstancias que rodean al equipo. «No soy un entrenador que venda los mundos de Yupi, tenemos que estar contentos y es significativo de la buena temporada que hemos hecho. En Girona nos faltó fuerza y calidad. Queremos terminar bien y lograr la mejor clasificación. Ahora identificamos que no estamos bien y queremos ser lo más competitivos que podamos».

Palencia descendido

Los hombres de negro se miden al ya descendido Zunder Palencia. Una incógnita cómo habrán asimilado los de Luis Guil el golpe, pero Ponsarnau lo tiene claro: «Sería un error también pensar que ellos no tienen motivación. Cada jugador del Palencia la tiene. Tienen uno de los mejores cincos de la liga y pólvora. Tenemos que respetar al equipo que va a venir si queremos tener alguna opción. En defensa es un rival muy táctico».

Oportunidad para el cuadro bilbaíno de resarcirse de la derrota sufrida en Palencia marcada por un fantástico ambiente en las gradas y un dantesco arbitraje.

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