Esta mañana, 9.000 trabajadores y trabajadoras de los centros de enseñanza de iniciativa social se han concentrado frente a la sede del Gobierno Vasco para renovar el convenio vigente. Una jornada de huelga convocada por ELA, STEILAS, CCOO, LAB y UGT que, según los sindicatos, ha tenido un seguimiento del 70%.
El parón ha sido convocado por los profesores y personal no docente de los 200 centros «de enseñanza de iniciativa social». Centros, en su mayoría, de colegios concertados, que tienen su propio convenio. Según los sindicatos, el convenio vigente expiró en diciembre de 2021. Estuvo 10 años sin renovar y los trabajadores tuvieron que decretar 29 días de huelga para conseguir un nuevo convenio.
Con la intención de no repetir la misma situación, los sindicados han aprovechado el inicio del curso escolar para instar a las patronales Kristau Eskola y AICE-IZEA a iniciar una negociación real. Además, dirigieron al Gobierno Vasco una petición de reunión para informar sobre la situación de bloqueo en la negociación. Sin embargo, según los sindicatos «no han recibido respuesta a día de hoy».
Desde las centrales sindicales ya han avisado a las patronales de que si no hay propuestas que permitan la firma de un nuevo convenio, seguirán con las «otras siete jornadas de huelga» acordadas. Dos que se celebrarán mañana y pasado y otras dos el 11 y 15 de diciembre.
Alto seguimiento
El número total de trabajadores y trabajadoras de los centros de enseñanza de Iniciativa Social convocados a la huelga ha sido de 9.000. En total, imparten educación en más de 200 centros educativos a unos 130.000 alumnos y alumnas. Según los sindicatos, la jornada de huelga ha tenido un seguimiento muy amplio, llegando a superar las protestas ocurridas el pasado 25 de abril.
A pesar de los servicios mínimos impuestos por la consejería, los datos recopilados por los sindicatos indican que el paro ha rondado el 70%. Solo en Bilbao, se han reunido 5.000 trabajadores. Números altos que «muestran la adhesión de las plantillas a las reivindicaciones» y «demuestran que sus preocupaciones y problemas son reales», declaraban los sindicatos en un comunicado.